Los historiadores suelen trabajar en el gobierno estatal y local o con empresas de investigación, aunque también pueden trabajar en museos, archivos y sociedades históricas. Por lo general, investigan, preservan, analizan e interpretan documentos históricos, reliquias y otras fuentes de información sobre humanos primitivos u orígenes humanos. A menudo presentan y conservan registros y otra información sobre cultura, comportamiento y desarrollo humano.

El amplio conocimiento de idiomas y culturas puede evolucionar fácilmente en un idioma de conversión profesional como traductor o intérprete. Desde trabajos para gobiernos y diplomáticos hasta consultoría internacional del sector privado, traductores o intérpretes trabajan en todas las facetas de los idiomas hablados y escritos, y muchos trabajan como contratistas independientes.

Los sociólogos generalmente estudian los comportamientos dentro de estructuras sociales más amplias, incluido qué tipo de personas e ideas ejercen influencia social, cómo y por qué se forman los grupos sociales y cómo una determinada ley puede afectar a un sector específico de la población. Con mayor frecuencia trabajan con organizaciones de investigación, colegios y gobiernos estatales y locales.

Los archiveros generalmente examinan, valoran, catalogan y preservan documentos históricamente valiosos. Los curadores generalmente supervisan colecciones de obras de arte y artefactos históricos y pueden proponer una programación pública en torno a las exhibiciones. Los técnicos y conservadores del museo a menudo preparan y restauran la colección de artículos y documentos de un museo. Todos estos puestos suelen encontrar empleo en museos, sitios históricos, colegios o corporaciones.